El proceso de reciclaje de los vehículos se debe hacer en
instalaciones especiales o en desguaces.
En el caso de un desguace, este
proceso lleva 5 pasos principales.
Una vez se ha recibido el coche al centro de reciclaje, se
comprueba la situación administrativa del vehículo. Se debe comprobar si el coche está dado de
baja, y que el proceso de reciclaje se puede llevar a cabo.
Ahora que los técnicos tienen la luz verde para empezar a
trabajar con el vehículo, estos empiezan el proceso real de reciclaje. En este momento, los mecánicos del desguace,
comprueban la integridad del vehículo (motor, chasis, ect…), en busca de la
razón por la cual el vehículo ha dejado de funcionar correctamente.
En este momento se empieza a desmantelar el vehículo, se
empieza con los elementos peligrosos (químicos de las baterías, aceite,
combustible). Ahora, los mecánicos pueden trabajar en el vehículo sin riesgos
para ellos ni el medioambiente.
Un equipo de mecánicos, retiran todos los componentes reutilizables del vehículo, esto puede incluir:
- Piezas del motor
- Lunas
- Puertas
- Asientos
- Neumáticos
Con estos elementos separados, un equipo especializado
comprueba el estado de todas las piezas que se recuperaron del vehículo. Una por una se comprueba si tienen algún
defecto y que su funcionamiento sea correcto.
Cada pieza tiene que pasar unas pruebas precisas para poder volver a la
circulación.
Una vez se recuperan los elementos reutilizables, se retiran
todos los elementos electrónicos, estos se envían a una plata especializada en
reciclar este tipo de elementos. El resto del vehículo se prensa, y se envía a una planta de reciclaje
convencional. En este punto del proceso, el coche ya solo es una mezcla de
chatarra, la cual tiene que ser separada.
Los principales elementos que se recuperan a partir de este punto son:
- Metales férricos
- Ilumino
- Plásticos
